Por: Francisco Marquez
Magdaleno, estado Aragua
Se despide el dos mil quince
entra el dos mil dieciséis
si de verdad me queréis
así como me dijiste
no me dejes solo y triste
en tan larga soledad
sin amigos ni amistad
todo es un sueño lejano.
Entran y salen los años
y mi soledad persiste
para sentirme más triste
tu ausencia en este año nuevo
es causa de mi desvelo,
desesperanza y dolor.
La tristeza, el desamor,
unidos en la amargura
semejan una locura
un espejismo lejano
y mientras más yo te amo
tú a mí menos me queréis.
Tú eres agua del jagüey
que puede calmar mi sed
estoy seguro, lo se,
que si me das de beber
será el más grande querer
el mas bonito consuelo
para calmar mi desvelo
en mi triste soledad
esta noche de Año Nuevo
se despide el dos mil quince
llega el dos mil dieciséis.
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